Visión de Mujer: Karina Rodríguez-Sáenz

Bióloga profesional, con una Maestría en Biología y especialidad en Oceanografía Biológica. Cuenta con 21 años de experiencia en Gestión Ambiental trabajando tanto en biodiversidad marina como terrestre y ecosistemas dulceacuícolas. Ha acumulado amplia experiencia en gestión de proyectos y asesorando equipos de trabajo de diferentes áreas profesionales y técnicas, en varios países de Latinoamérica.

Ha brindado apoyo y servicios profesionales, técnicos y científicos a la industria, instituciones gubernamentales, el sector de enseñanza e investigación académica, organizaciones de conservación y como consultora para diversos proyectos del Banco Mundial y en servicios profesionales para la empresa TECDEA en la labor de supervisión ambiental y socia de obras y proyectos Banco Central de Integración y Desarrollo.

Tiene amplia capacidad de liderar y coordinar equipos multidisciplinarios, completar análisis y planificación complejos para el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de proyectos, y realizar trabajos gerenciales y de campo. Tiene una sólida formación científica y capacidad para comunicar lenguaje técnico complejo en términos más simples a audiencias específicas o generales.

Rodríguez, también se destacada en el área de docencia e investigación. Se ha desarrollado como profesora de Estudios de Impacto Ambiental, Gestión Ambiental, Maestría Integrada de Áreas Costeras Tropicales de la Universidad de Costa Rica – Centro de Investigaciones Marinas y Limnológicas, y como profesora de Ética, Sostenibilidad y Medio Ambiente en la Universidad Latina de Costa Rica, así como otras afinidades.

  ¿Qué la motivó a estudiar ciencias biológicas?

El amor que tenía mi padre por el campo, por sembrar, por ver pajaritos y emular su canto, fue mi primera sensibilización para amar la naturaleza, posteriormente, me llamó mucho la atención los procesos ecológicos que nos explicaban en el colegio, y los sentía intangibles. Así que, al momento de elegir carrera, mi segunda opción fue biología y esta fue la carrera que ingresé, y de la cual, nunca quise salir más. La carrera de biología es hermosa, brinda amistades de por vida, y tiene la satisfacción de sentir que puede ayudar a los seres que no pueden expresarse por sí mismos.

  ¿Qué ha sido lo más enriquecedor a lo largo de su trayectoria?

Lo más enriquecedor para mí, es ver germinar semillas de acciones ambientales en comunidades, empresas, instituciones y por supuesto en cada persona que toma consciencia de la responsabilidad que tenemos con el planeta y con los seres con los que coexistimos.

¿Qué le diría a las mujeres y niñas que quieren estudiar o dedicarse a la ciencia?

A todas las mujeres y niñas que sienten en su mente y en su corazón ese fuego que de descubrir, mejorar y desarrollar herramientas para mantener los procesos ecológicos en equilibrio para los humanos y para los seres con los que compartimos el planeta, les expreso: Déjense consumir por ese fuego, busquen formas nuevas de hacer las cosas, hagámoslo con propuestas de todos los sectores integrados para lograr los cambios tangibles que requiere el planeta, y sobre todo, que seamos felices y nos sintamos orgullosas de cada paso que demos, aunque sea en la dirección contraria a lo que hacen la mayoría de personas. Somos sensibles, inteligentes y empáticas: podremos hacerlo juntas.