Visión de mujer en las Ciencias Biológicas
Profesionales destacadas
Karla Ruiz Hidalgo
Es máster en Microbiología de la Universidad de Costa Rica y alcanzó una Tesis de Honor con el tema “Degradación de carbofurán en un sistema de biopurificación de plaguicidas bioaumentado con Trametes versicolor: implicaciones ecotoxicológicas y optimización”. Ella obtuvo un bachillerato como Ingeniera en Biotecnología del Instituto Tecnológico de Costa Rica.
Actualmente labora como docente del laboratorio de Fitoprotección y Laboratorio de Biotecnología del CNEAO, así como en docencia e investigación en control biológicos de fitopatógenos y plagas por medios biotecnológico, específicamente el uso de bacterias y hongos controladores y reguladores de crecimiento. Además en el análisis microbiológico de suelos, bioinsumos y fitopatología, y en el mantenimiento de la bacerioteca y micoteca.
También se desempeñó como encargada del Laboratorio de Ecotoxicología del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental de la Universidad de Costa Rica y desarrolló proyectos de investigación en el área de ecotoxicología, contaminación ambiental y microbiología ambiental, en actividades agropecuarias.
Cabe destacar que es miembro fundadora y trabajadora voluntaria en ejecución de proyectos de bien social en la Fundación Vamos a Sembrar, fomentando el arte la ciencia y el buen vivir. Esta es una organización de base comunitaria que se dedica a la gestión cultural comunitaria promoviendo espacios para el buen vivir, abordando temáticas referentes al trabajo con la tierra, la agroecología, permacultura, arte, identidad, derechos humanos, culturales y ambientales, de manera integral.
Ruiz, cuenta con un importante número de publicaciones, entre ellas, Karla Ruiz Hidalgo y Eduardo Agüero Coto. Revista La Agroecóloga. Consultorio agroecológico: Experimentos que combinan extractos botánicos, caldos minerales y microorganismos benéficos. Abril 2022. ISSN: 2215-4965.
Esta profesional destacada descubrió desde muy pequeña su interés por los seres vivos y su funcionamiento, por lo que no dudó en estudiar una rama de las ciencias biológicas.
“Crecí en Desamparados en un barrio de clase media, con compañeros de estratos socioeconómicos diferentes. En la escuela no solamente encontré una pasión y amor por materias como ciencias y matemáticas, sino que descubrí que el estudio me permitía desarrollarme y poder mitigar condiciones como la escases económica, el cerebro no tenía límites… Además, fue clave la figura de mi madre, una mujer que no tuvo acceso a estudios formales, pero siempre me alentó a estudiar y seguir mis sueños”, indicó.
Por otra parte, la biotecnóloga asegura que dentro de su trayectoria profesional lo que más valora y recalca es el servicio a la comunidad y lo que se logra a través de las ciencias.
“Al desarrollarme en ambientes como la academia, la función pública y también la empresa privada, para mí lo más importante ha sido afianzar mis valores, la importancia del servicio a la comunidad, del acceso público a los conocimientos y la importancia del apoyo socioeconómico a la ciudadanía, para que se desarrollen libremente. Esto es lo que realmente fortalece las comunidades. Me gusta que la ciencia sea accesible y que mi profesión, no sólo me permita tener mi sustento económico, sino que me permita servir a la sociedad. Actualmente he encontrado un balance entre el trabajo investigativo, la extensión social y el trabajo comunitario”, agregó.
Además, tiene un firme mensaje para las niñas y jóvenes amantes de la ciencia: “van a encontrar obstáculos debido al patriarcado imperante en la sociedad, que las diferencias debido al privilegio, el patriarcado y las condiciones socioeconómicas existen, pero por encima de eso, las mujeres tenemos un poder de resiliencia gigantesco y podemos irrumpir en los espacios que deseemos. Que nos ayudemos entre mujeres, entre minorías y que su intelecto es tan valioso como el de cualquier otro ser humano. Que cuando sean mujeres de ciencia, recuerden devolver a su comunidad algo bueno de lo aprendido”