Emilia María Solís Fallas

Emilia María Solís Fallas es una bióloga con una licenciatura en Genética y complementó su carrera con varios cursos para entender más sobre el ADN y el ARN.  

En la unidad de microscopia electrónica de la UCR logró realizar, en el XIV Curso Regional de Microscopía Electrónica, un trabajo de investigación en “La ultra estructura morfológica de las glándulas extraflorales en cuatro especies de malezas”. 

Por otra parte, en la revista Biología Tropical; 28(1):153-174,1980, logró la publicación de una investigación: Polinización en Bactris gasipaes HBK. (Palmae) en cooperación con Dr. Jorge Mora Urpí.

Solís se desempeñó profesionalmente como profesora en la Universidad Estatal a Distancia (UNED). Lo que más valora de su paso por las aulas fue la relación con los alumnos y compañeros de trabajo, así como la oportunidad de poder transmitir conocimientos, según manifestó fue una experiencia invaluable, muy enriquecedora y satisfactoria.

La bióloga indicó que los principales retos que enfrentó como mujer profesional fueron siempre tratar de hacer lo mejor, y de profesionalizarse cada día más en el área de las Ciencias. Nunca dejó de estar investigando en otras áreas que conciernen con la vida, sea en el campo social, campo político, campo agrícola, campo deportivo, tratando de entender lo que acontece.

“Como toda mujer profesional, un reto importante fue la crianza y educación de mis hijos, así como lograr estabilidad en muchos aspectos del hogar, entre ellos el económico. Yo quedé viuda muy joven con hijos de cinco y seis años. Esta situación obliga a estrategias y a habilidades nunca especializadas, pero, gracias al instinto de madre y claro, a toda la estabilidad emocional que da una profesión que apasiona, la vida del día a día se convirtió en un gusto lleno de retos diarios a resolver”, comentó.

Solís, además de su profesión, también disfruta de otras áreas de la vida como por ejemplo jugar tenis, andar en bicicleta, montar a caballo, la construcción, hacer ejercicios, así como la agricultura, ya que siembro semillas de vainilla y pimienta en un pequeño huerto. Además, recién escribió un pequeño libro llamado “Del púrpura, al dolor y al amor”.

“Le digo a todas las mujeres de todas las áreas, ya sean profesionales o no, que no podemos dejar espacios vacíos.  Hoy el mundo no nos pone límites, el hoy es tecnológico y ha permitido un mundo más inclusivo, más libre, con más oportunidades, más justo y, por ende, más pequeño, que nos acerca cada día más.  La verdad del hoy, es que estamos interconectadas, obligadas a mejorar los retos y a no traicionar nuestras capacidades, ni tampoco a las innovaciones. La sociedad debe dar las oportunidades, empezando por un trato igualitario que direccione hacia mujeres exitosas, y claro, esto se repetirá   en las siguientes generaciones y entonces el éxito, se convierte en algo global.

Todo esto se logra tanto, permitiendo oportunidades a las mujeres, tales que, contribuyan a su progreso, como aprovechando su sutileza, su ingenio y su sagacidad, como también escuchando sus voces en todos los campos, sean académicos, empresariales, laborales en general, deportivos, productivos, o en puestos de dirección y más.  Debemos estar atentas y preparadas con el estudio para visualizar, entender y aprovechar las oportunidades que merecemos con el dinamismo que nos ofrece el mundo de ahora en cada esquina. Recordemos, que el empoderamiento no tiene resultados de éxito y más bien se convierte en una palabra hasta “estúpida”, si somos obtusas en ideales, pobres en sacrificios y en conocimiento. Además, con mucha ignorancia, cosa que no es una virtud”, manifestó, Solís. Por último, dejó un mensaje para la niñez y adolescencia que desea descubrir espacios en la Ciencia, “el mundo como nunca antes necesita de profesionales especializados en el área de las ciencias. Hoy, las oportunidades son muchas y los campos abundantes, gracias puramente a los avances tecnológicos. Se debe aprovechar todo espacio para lograr especializarse y lograr competitividad.  La naturaleza encierra la vida, y el aprovechamiento de sus ofertas apenas está empezando a entenderse y descubrir lo monumental en dicha Naturaleza, es el trabajo de la ciencia y de la tecnología”, concluyó.