Luisa Eugenia Castillo 

Luisa Eugenia Castillo se destacó en el área de la Ecotoxicología (Toxicología Ambiental), específicamente en temas de la contaminación de las aguas y en el tema de agroquímicos.

Estudió Biología en la Universidad de Costa Rica; primero el bachillerato y posteriormente la maestría. Fue asistente de laboratorio en los cursos de invertebrados en la misma Universidad siendo aún estudiante y posteriormente ya graduada, fungió como profesora e investigadora en temas de contaminación ambiental en la Universidad Nacional.

Castillo continuó sus estudios con una especialidad en Toxicología Ambiental en Francia y posteriormente obtuvo el doctorado en Ecotoxicología Marina en la Universidad de Estocolmo, Suecia. La bióloga fue fundadora del Instituto de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET) del cuál fue su directora en dos ocasiones.

Además, fue vicerrectora de Investigación de la UNA del año 2005 al 2010, en donde promovió el fortalecimiento de la investigación mediante formación académica, fondos concursables y equipamiento para la investigación entre otros. También promovió la creación del Centro de Recursos Hídricos (HIDROCEC) en la Sede Regional de la UNA en Liberia, Guanacaste y la creación de un Doctorado en Biodiversidad Tropical (donde participaron profesores de las cuatro universidades públicas) aunque este último esfuerzo lamentablemente no llegó a concretarse.

Realizó estudios en diversas zonas del país, entre ellas las zonas hortícolas del Valle Central, zonas bananeras del Caribe, arrozales del Pacífico central y en las áreas protegidas y lagunas costeras localizadas aguas abajo de las zonas agrícolas.

A través de la colaboración internacional aportó al conocimiento del movimiento global de compuestos persistentes en la atmósfera. Sus investigaciones han sido publicadas en revistas científicas y libros. Sus estudios tuvieron proyección a las comunidades y en la dirección de tesiarios nacionales y extranjeros.

Castillo aseguró que lo que más valora de su profesión es la oportunidad de generar conocimientos para sustentar los cambios que se requieren para la sostenibilidad ambiental y los principales retos que ha enfrentado como profesional fue estudiar y trabajar al mismo tiempo, ya que se atienden las responsabilidades de una familia y la de afrontarse a ambientes machistas en muchas ocasiones.

“A las mujeres profesionales les digo, es un esfuerzo que vale la pena, procuren tener la formación académica del más alto nivel que les sea posible y que perseveren en la consecución de sus metas sobreponiéndose a las dificultades que sin duda van a encontrar en el camino y a las niñas y adolescentes que están interesadas en la ciencia, les digo que esta les abrirá nuevos horizontes, que es importantísimo el estudio, tener un buen sustento académico para poder desarrollarse en el campo que escojan. Mantengan siempre la curiosidad y objetividad científica”, afirmó.